En ocasiones podemos sentir que toda la presión del mundo recae sobre nuestros hombros. Todo el estrés que nos causa el alrededor suele disiparse cuando llegamos a casa, nuestro lugar seguro; aunque a veces no nos sentimos tan liberados y entonces sabemos que es momento de renovar la energía de nuestro hogar.
Algunas culturas asiáticas y otras nórdicas han descrito en un sentido filosófico al lugar de morada como el reflejo de nuestro espíritu. En este sentido, los principios más generales de estas culturas los hemos plasmado como 6 sencillos pasos para renovar la energía del hogar; de este modo, encontrar el equilibrio en nuestro refugio por excelencia.
Renovar la energía de nuestro refugio, nuestro hogar
- Los monjes tibetanos creen que la energía positiva o negativa es capaz de quedarse estancada en el aire. Por esto, el primer paso es dejar que toda esta energía confundida en el aire fluya naturalmente. Abre las ventanas, deja que el aire natural corra libre y arrastre toda esa densidad.
- Asimismo, las vibraciones también son capaces de quedarse adheridas a los objetos. Así como nos vinculamos con las fotografías a través de los recuerdos, en otros objetos algunas vibras residuales se quedan alojadas. Hay que deshacernos de todo aquello que no necesitamos; y si podemos necesitarlo luego, guardarlo en un lugar en donde no interfiera.
- La naturaleza en su complejidad es la fuente constante de sustento de la vida; mantenernos en contacto con ella es imprescindible. Trae plantas frescas adentro. Estas purifican el aire, dan armonía a los lugares y te hacen muy buena compañía.
- Dormir es el momento más importante para el descanso de nuestra mente. En ocasiones solemos perder la pista del sueño con facilidad debido a cualquier interrupción. Hay que desconectarnos. Modo avión para todos nuestros electrónicos.
- También la habitación cuenta mucho como factor determinante. El orden, la frescura y el equilibrio son vitales. Mantener nuestro dormitorio en orden es clave.
Ultimo y vital
- Para la ciencia, la filosofía y muchos principios espirituales la energía no se destruye sino que se transforma. Hay que transformar toda la energía con la que regresamos a casa. No entremos por la puerta sin antes deshacernos de toda esa quejumbrosa bruma de negatividades que nos acosa,
Estar en casa es una de las cosas que deberíamos aprender a apreciar con más cuidado. Renovar la energía de nuestro hogar nos permite explayarnos y alcanzar un equilibrio suficiente; de este modo reflexionar sin vicios, conocernos y proyectarnos por el centro de cada situación que se nos presente en nuestras vidas.
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