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La parranda y las gaitas exiliadas

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La Parranda y las Gaitas en el exilio

El furroco, la tambora, el cuatro y la charrasca se escuchan en el mundo. Para los venezolanos, un diciembre sin gaitas equivale a un diciembre sin navidad. Este pegajoso ritmo zuliano es parte de la infaltable lista musical; en cada fiesta o encuentro, independientemente de las coordenadas geográficas. Con el éxodo actual de los paisanos, “Amparito”, “Amigo”, y “Año viejo” ahora se escuchan en todas partes del mundo.

Y justamente, tres agrupaciones que llevan el ritmo más allá de las fronteras, relataron a Solaz cómo es su experiencia d para mantener viva una tradición arraigada casi hasta en los genes.

Un llamado de La Chinita

Desde que José Luis Moran Landazaval emigró de Maracaibo a Madrid, la capital de España, ha llevado su furro, charrasca, tambora,  maracas y cuatro a Roma, Paris, Ámsterdam, Nom Pen, Múnich y Dublín.

En 2003, cuando Morán Landazaval emigró a Madrid, creó su propia agrupación musical “Madriacaibo en Gaitas”. 17 años después, la agrupación aún hace sentir el calor zuliano en sus canciones.

“Creé el grupo por la necesidad de tener vigente la música y las raíces de la cultura venezolana en una época en la que eran pocos los venezolanos que llegaban a España”, relata.

Morán le dedica su llamado musical a la Virgen de la Chiquinquirá, patrona del Zulia. Cuenta cómo se inspiró en “La Chinita”,  como se le conoce a la virgen morena, para llevar adelante una feria en la cual se tocaran las gaitas y se festejara como cada 18 de noviembre en la  tierra del sol amada.

“La agrupación nace con músicos de distintas partes de Venezuela pero a lo largo de los años han pasado músicos colombianos, mexicanos, españoles y cubanos”, explica Morán.

En 2006, Madricaibo en Gaitas registró a la gaita zuliana como música de los pueblos en World Music Center. Ahora, este género musical criollo, aparece en las categorías de la organización para que grupos gaiteros participen en festivales musicales de todo el mundo.

“Nuestra intención es que la gaita sea una música representativa”, señala el director de Madricaibo en Gaitas.

Una de las experiencias que más motiva a los integrantes de Madricaibo en Gaitas es cuando tocan en ciudades donde no se habla en español. La mayoría de los asistentes son de nacionalidad venezolana pero muchos llevan a sus parejas o amigos extranjeros y se da la mezcla de cultura.

“Se lo llevan a los conciertos y terminan cautivándose por la energía y la sinergia que genera en la gente la gaita y pasan a ser nuevos adeptos”, añade Morán.

El músico cuenta que, durante los conciertos, los venezolanos bailan al ritmo de la música con el paso típico del género nativo del Zulia mientras que los extranjeros poco a poco se integran y siguen los pasos de la melodía.

Aunque Morán reconoce que la gaita es estacionaria, quiere romper las barreras de la tradición para que el género se escuche durante todo el año, y es que no todas las letras tratan sobre la navidad y año nuevo.

De Florida a Canadá

En Estados Unidos  la gaita se ha hecho sentir, sobre todo en las ciudades donde habita mayor población de migrantes venezolanos. Sin embargo, Juan Carlos Arcaya, junto a su Swin Gaitero, llevan la melodía zuliana a estados como Nueva York, Virginia, y Washington e incluso han logrado presentarse en Canadá.

Desde hace 16 años la agrupación, integrada por 10 venezolanos, se han encargado de llevar alegría a las navidades anglosajonas. Mientras vivió en Venezuela Arcaya cantó con la reconocida agrupación Gran Coquivacoa durante 10 años. Pero, en 1990, se mudó a EEUU. No fue hasta mediados de 2004 que fundó la agrupación.

“Extraño trabajar en Venezuela porque es la cuna del género (gaita), pero afuera se ha seguido las costumbres por la cantidad de venezolanos y personas que no son venezolanas que apoyan y admiran el género”, cuenta el músico.

Para Arcaya 2020 será un año muy difícil para hacer gira debido a la pandemia del Covid-19. “Muchas personas han partido, (el virus) ha traído distancia”, comenta a través de una entrevista.

A pesar de las muertes y la tristeza, Arcaya no pierde la fe  y desde ya está creando una estrategia para seguir la tradición que conoció desde que era pequeño en su natal Maracaibo.

Cuando a Swin Gaitero le toca presentarse en ciudades como Nueva York o en estados como Virginia, a los asistentes extranjeros les llama la atención los principales instrumentos para tocar una gaita: cuatro, furro, tambora y maracas.

“Aquí llama mucho la atención cuando nos presentamos en otros estados, el estadounidense trata siempre de ver los instrumentos y trata de llegar a nosotros haciendo preguntas sobre el género que tocamos”, dice.

Uno de los grandes desafíos que enfrentan muchos de los grupos de gaitas que están en el exterior es la falta de instrumentos esenciales para hacer sonar su música. La mayoría debe importar las herramientas básicas desde Venezuela y esto genera costos muy elevados.

Además de lo monetario, Arcaya señala que muchas veces la madera con la que se hace el cuatro que se utiliza para tocar gaitas no resiste a las bajas temperaturas de ciudades como Nueva York o de países como Canadá. Fue por eso que mandaron a hacer un cuatro eléctrico. Con eso resolvieron el problema.

La renovación de la gaita en Tampa

Aunque Renovación Gaitera es una agrupación con corta trayectoria, que nació en el año 2018 en la ciudad de Tampa, en el estado de Florida, Miguel González, su fundador,  se siente orgulloso de llevar la música representativa del país a Estados Unidos, adonde emigró en 2015.

“Unos amigos venezolanos decían que la bahía de Tampa necesitaba una agrupación gaitera con profesionalismo, con entrega, o sea algo diferente a lo que aquí se estaba viendo”, explica González, director de la agrupación.

Renovación Gaitera es una agrupación que está integrada por once músicos que se reunieron gracias al contacto hecho por González, la mayoría de ellos tienen gran trayectoria y experiencia en grupos de gaitas.

La agrupación se ha presentado en plazas de Miami y Tampa. Además son parte de los grupos musicales que amenizan la Feria de La Chinita, que los migrantes venezolanos, radicados en Florida, realizan cada noviembre.

Aunque la pandemia amenaza algunas de sus planificadas actividades, el grupo no se da por vencido y tiene preparado show a través de plataformas de streaming.

Actualmente trabajan en un video para promocionar el grupo a través de las redes sociales.

“Tener la oportunidad de hacer lo que hicimos en Venezuela nos hace hacerlo con entusiasmo, emoción y profesionalismo, porque en el exterior hay mucha gente que extraña la gaita y los géneros tradicionales de Venezuela. Es un gran compromiso realzar nuestra gaita”, dice González.

La fusión familiar

Aunque no se trata de un grupo de gaitas, la familia de Juan José Guevara, ha desafiado las consecuencias de la migración y del confinamiento por la pandemia. Desde hace 25 años, cuatro generaciones de su familia se dedicó a amenizar las fiestas con parrandas navideñas.

“Mi papá veía que las parrandas eran tocadas por adultos y niños y por eso surgió la idea de que fuéramos nosotros, la familia, la que creara una parranda ya que muchos tocábamos instrumentos musicales en las escuelas y participábamos en gaitas”, señala Guevara.

La familia estaba acostumbrada a realizar su parrandón de septiembre a enero. Por esas fechas iniciaban sus espectáculos en las conocidas misas de gallo, celebraciones navideñas, preparación de hallacas y eventos escolares.

Pero la migración forzada por las condiciones económicas separó al grupo. A raíz de los acontecimientos, productos de la emergencia humanitaria compleja, recurrieron a la tecnología y a través de aplicaciones de videos decidieron reunirse nuevamente para continuar con su tradición.

Unos en España, otros en Argentina, Uruguay, Chile, Nueva Guinea y Venezuela siguieron el ejemplo de muchos artistas famosos y difundieron un tema musical a través de las redes sociales. “Se me ocurrió la idea de grabar una canción este año y les dije que cada quien haga su parte desde donde podamos”, dice Guevara, quien es director musical de la parranda y actualmente vive en España.

Para no dejar a un lado todo lo que ha significado la pandemia para Venezuela y el mundo, los músicos de Fusión Familiar crearon el tema de El Tapabocas, donde cuentan anécdotas e invitan al uso de las mascarillas para la protección contra el Covid-19, con algo de humor, para hacer un llamado a la conciencia.

NV/Reynaldo Mozo Zambrano/@reymozo

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