Unas velas hinchables que se despliegan apretando un botón y que ayudan a los barcos a reducir sus emisiones de CO2 ahorrando hasta un 20% de combustible. Esta es la nueva propuesta de Michelin que, además de fabricar ruedas y hacer las guías gastronómicas más influyentes del planeta; quiere ahora contribuir a una movilidad más sostenible.
El incidente del carguero que quedó encallado en el canal de Suez nos recordó la magnitud y la importancia que tiene el transporte marítimo a nivel global. Cerca del 90% del comercio mundial se transporta por mar y, según un estudio de la Comisión Europea, esto conlleva la emisión de unos 940 millones de toneladas de CO2 al año, que equivale al 2,5% de los gases de efecto invernadero del mundo. Un nivel de emisión equiparable al del transporte aéreo. El estudio también advierte que todavía no hemos tocado techo y que estas emisiones se incrementarán significativamente en el futuro si no se toman medidas.
Velas gigantes para buques
Este nuevo sistema de velas hinchables nace con la pretensión de ayudar al sector a reducir ese nivel de emisiones de CO2. WISAMO, que es como sus creadores han bautizado a este invento; es una solución híbrida que utiliza la energía limpia e ilimitada del viento para complementar a los motores de los barcos. El concepto parte de Laurent de Kalbermatten y Edouard Kessi; los inventores que desarrollaron las velas utilizadas por el equipo Alinghi de la Copa América, y ha sido desarrollado por Michelin.
La vela tiene un pequeño compresor dentro que la hincha y un mástil telescópico en su interior que se despliega hasta que toma la forma deseada. Una vez hinchada, adquiere volumen y ofrece una superficie doble que según sus creadores recoge el viento de una manera más eficiente que una vela tradicional.
Según los cálculos de la compañía francesa, WISAMO puede ahorrar entre un 10 y un 20% de combustible cuando funciona a pleno rendimiento; aunque estas cantidades pueden variar en función del tipo de buque, su ruta o las condiciones meteorológicas imperantes en el mar.
El sistema, afirman desde Michelin, se hincha y se deshincha con solo apretar un botón y es capaz de soportar las tormentas cuando está desplegada. Aunque, si la cosa se pone demasiado fea, puede replegarse rápidamente hasta que pase el temporal. Esa facilidad de plegarse y desplegarse es muy útil cuando hay que pasar por debajo de un puente o entrar en el puerto. velas gigantes
La compañía asegura que es muy fácil de instalar tanto en grandes barcos como en pequeñas embarcaciones. Aunque apuntan que está especialmente pensado para los grandes buques de carga como los graneleros; los petroleros o los gaseros.
Para realizar las pruebas en el mar han construido una vela de 100 metros cuadrados que se va a instalar en un velero bajo la supervisión del regatista francés Michel Desjoyeaux, que también ha colaborado en el proyecto. El siguiente paso del plan de desarrollo es montar estas velas en un buque mercante en 2022 y de ahí lanzarse a su producción.
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