Casi sin fuerzas Cathy le agarró la mano a su marido, Jhonny. Los dos estaban en una pésima situación de salud pero todavía tenían el reflejo necesario y último como para sostenerse de manera mutua, hasta el final, como ya lo permanecían haciendo desde que se conocieron y enamoraron hace 50 años.
La pareja muy golpeada muere por el coronavirus. Sin embargo, batallaron durante un mes contra la terrible enfermedad que provocó ya más de 900 mil muertes en todo el mundo.
Su salud entró en el extraño laberinto propuesto por COVID-19 del que no pudieron salir a pesar de los esfuerzos médicos para evitar que sus vidas resultaran apagadas. Finalmente, Johnny Lee Peoples, de 67 años, y su esposa Cathy Darlene Peoples (65) murieron el 2 de septiembre en el Centro Médico Regional Novant Health Rowan en Salisbury, Carolina del Norte.
Hasta que la muerte los separó
Sin embargo, minutos antes de que culminaran sus vidas, los médicos decidieron reunirlos en la misma habitación para lograr despedirse. Se tomaron de las manos y nunca más se les abrieron los ojos; según dijo a la revista People uno de los tres hijos del matrimonio, Shane Peoples. Pareja muere de coronavirus
“Todo salió mal, todo empeoró. Al día siguiente el personal médico los puso en una misma habitación; la misma habitación de la unidad de cuidados intensivos, juntaron las manos, las enfermeras se reunieron alrededor suyo y murieron con cuatro minutos de diferencia entre sí. Estuvieron casados 48 años, y juntos 50 años, durante los cuales caminaron siempre tomados de la mano”, contó conmovido Shane.
Según sus obituarios, Johnny nació el 14 de octubre de 1952 en el condado de Rowan. Fue sargento en el ejército de los Estados Unidos y trabajó para el Departamento de Correcciones de Carolina del Norte. Mientras tanto, Cathy nació el 17 de septiembre de 1954 en el condado de Yadkin. Trabajó como proveedora de cuidado infantil en preescolar, asistente de maestra en Salisbury Academy y técnica de laboratorio en LabCorp.
Según sus allegados, Johnny era un fanático del entrenamiento deportivo juvenil, le encantaba tocar música y pasaba horas reconstruyendo el árbol genealógico de los Peoples. Igualmente, Cathy , disfrutaba haciendo manualidades, escuchando música y jugando a las cartas. Ambos disfrutaron de largas jornadas de pesca.
“Las vidas de mamá y papá fueron robadas por un virus del que muchos bromean a diario o simplemente creen que es un engaño de algún tipo. Ambos tomaron esta pandemia en serio y aún así se enfermaron. Mis padres no fueron solo una bendición para mí, mi hermano, mi hermana, nuestros cónyuges y nuestros hijos. Fueron una bendición para todas las personas que los conocieron”, narró Shane en un mensaje compartido en Facebook.
Fuente: Infobae
Continúa leyendo: El amor hecho Récord Guinness vive en Quito
Únete a nuestro canal en Telegram Noticiero de Venezuela