El pasado martes, dos organizaciones internacionales de derechos humanos realizaron un informe donde condenaron las condiciones en que las autoridades venezolanas reciben a unos 130.000 ciudadanos que retornan de otros países y el riesgo de contagio de coronavirus en el que permanecen.
Abusos en sitios para repatriados venezolanos
Human Rights Watch y el Centro de Salud Pública y Derechos Humanos de la Universidad Johns Hopkins y el Centro de Salud Humanitaria dijeron que encontraron condiciones insalubres y de hacinamiento en los centros donde los repatriados están en cuarentena y tienen poco acceso a alimentos, agua o ayuda médica.
Según el informe donde se reflejan los abusos en sitios para repatriados venezolanos, algunos retornados que protestaron por las condiciones resultaron amenazados de arresto; y muchos retenidos en centros de cuarentena durante semanas además de los 14 días recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
Los retornados dicen que estas medidas se deben a retrasos en las pruebas de diagnóstico y un protocolo de prueba innecesariamente complejo; que aumenta el riesgo de transmisión de coronavirus en las instalaciones.
“En teoría, las cuarentenas tienen que estar de 14 días, pero hemos documentado casos de semanas”; comentó a la Voz de América Tamara Taraciuk Broner, subdirectora interina para las Américas de Human Rights Watch.
“Lo que pasa en la práctica es que cuando llegan los meten a este vacío que pueden dar un resultado negativo y luego los meten en estos centros hacinados, donde no hay agua donde conectan al aire y en la práctica lo que pasa es que terminan transformando el lugar donde es más probable que se contagien por la nariz que con tener al día”.
“Enviar a los retornados a centros de cuarentena insalubres y sobrepoblados, donde es imposible cumplir con las medidas de distanciamiento social; es una fórmula perfecta para propagar el COVID-19”, indicó la doctora Kathleen Page, médica y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y los Centros de Johns Hopkins.
Los repatriados, que son parte de los 5 millones de venezolanos se han ido del país huyendo de la crisis política; económica, humanitaria y de derechos humanos, se han visto obligados a regresar debido a las condiciones de confinamiento en los países vecinos debido a la pandemia, que complicaron su capacidad de ganarse la vida.
Según las autoridades venezolanas y los actores humanitarios, alrededor de 130.000 venezolanos han regresado a su país; en la mayoría de los casos atravesando severas circunstancias, dice el informe.
El 11 de junio, el presidente Nicolás Maduro, expresó que su gobierno iba “a seguir recibiendo a todos los venezolanos que vienen con amor”. No obstante, el gobierno ha estigmatizado en distintas oportunidades a los repatriados, a quienes acusa de llevar el virus a Venezuela.
Human Rights Watch y los Centros de Johns Hopkins dijeron que el gobierno venezolano tiene la obligación de cuidar de aquellos que están en sus centros de cuarentena y está obligado a atender sus necesidades básicas, como el acceso adecuado a alimentos, agua, saneamiento, artículos de higiene y atención médica.
El hacinamiento imposibilita el distanciamiento social y aumenta el riesgo de transmisión del coronavirus.
Hasta el 6 de octubre, Venezuela había confirmado 79.117 casos de COVID-19 y 658 muertes; pero es muy probable que la cifra real sea mucho mayor, dice el informe.
Fuente: VoaNoticias
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