El hombre afroamericano que murió a manos de un oficial de la policía es el detonante de las protestas en la última semana en EE.UU, George Floyd tenía coronavirus arrojando positivo el 3 de abril, casi dos meses antes de morir ya sin síntomas, de acuerdo a nuevos datos que mostró la autopsia.
George Floyd tenía coronavirus
No obstante, esa enfermedad no estuvo entre los factores que terminaron con su muerte, según el informe completo de su autopsia; divulgado a última hora del miércoles por la oficina del forense del condado de Hennepin, Andrew Baker, y reproducido por la prensa local.
El deceso de Floyd, acontecido el pasado 25 de mayo, se originó por un “paro cardiorrespiratorio” ocurrido al inmovilizarlo varios agentes de policía; reseña el informe de Baker.
Asimismo, el hombre de 46 años “era positivo para el SARS-CoV-2 a fecha del 3 de abril de 2020”; y el resultado de la autopsia posiblemente refleje una positividad “asintomática pero persistente por infección previa”, se deja leer en el documento.
El hecho de que en la autopsia se detectara la patología tiene que ver ciertamente con que “la positividad (por COVID-19) puede persistir durante semanas tras la contracción y resolución de la enfermedad clínica”, comenta el informe.
Entre las “lesiones por fuerza contundente” nombradas en la autopsia están incluidas cutáneas en la frente, la cara y el labio superior, así como en la mucosa de los labios, de los hombros, manos, codos y piernas, al igual que presentaba contusiones en las muñecas.
Y cuando se descubrieron enfermedades subyacentes, el informe describe enfermedad cardíaca arteriosclerótica; enfermedad cardíaca hipertensiva y un tumor pélvico.
La autopsia que ordenó realizar la familia de Floyd mostró que murió por “asfixia debido a una presión sostenida”.
Falta de sangre en el cerebro
Según a ese documento médico, “hubo una compresión del cuello y de la espalda que llevaron a una falta de riego sanguíneo al cerebro” de Floyd; informó el abogado de la familia, Benjamin Crump, por medio de una rueda de prensa.
Los forenses agregan en su documento que “el peso sobre la espalda, las esposas y la postura fueron factores que contribuyeron porque paralizaron la capacidad del diafragma del señor Floyd de funcionar”.
Los ciudadanos que se apostaban en el sitio del suceso grabaron con las cámaras de sus teléfonos un vídeo en el que se observa al policía Derek Chauvin presionando el cuello de Floyd con una rodilla durante casi nueve minutos, y las quejas de éste de que no podía respirar.
Este miércoles, el fiscal general del estado de Minnesota (EE.UU.); Keith Ellison, endureció los cargos contra ese policía; identificado como Derek Chauvin, que ahora enfrenta el cargo de asesinato en segundo grado; tras haber sido imputado el pasado 29 de mayo de asesinato en tercer grado y de homicidio imprudente.
Del mismo modo, los oficiales Tou Thao, J. Alexander Kueng y Thomas Lane, presentes durante la aprehensión de Floyd, resultaron acusados de ayudar e instigar el asesinato en segundo grado.
Fuente: La Gran Época
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