Uno de los mayores factores de riesgo para la osteoporosis es el comportamiento sexual biológico, en este sentido, las mujeres tienen más probabilidades de padecer esta afección que los hombres.
Además, después de alcanzar el pico de masa ósea entre los 25 y los 30 años; la masa ósea disminuirá gradualmente con la edad. Debido a los cambios en los niveles de estrógeno femenino, esta pérdida ósea se acelerará después de la menopausia.
La menopausia se refiere a los años previos a la menopausia, cuando los ovarios gradualmente comienzan a producir menos estrógeno. La pérdida de estrógeno afecta a cada mujer de manera diferente y el impacto varía de una cultura a otra.
Una gran pérdida de densidad ósea conduce a un mayor riesgo de fracturas, lo que se denomina osteoporosis. Según la Organización Mundial de la Salud, la enfermedad afecta a 3,5 millones de personas en España. A nivel mundial, la incidencia de osteoporosis varía hasta diez veces entre diferentes razas.
«Hay mucha investigación sobre la fase de posmenopausia, que sigue al último período de una mujer, pero los cambios hormonales en la perimenopausia ya son agudos y están asociados con una disminución gradual de la densidad ósea«.
Tratamiento: “La oxitocina” la hormona del amor
La oxitocina es una hormona con múltiples funciones, muchas de las cuales aún no se conocen con exactitud. Por ejemplo, es bien sabido que es ella quien nos conecta con los demás y nos inyecta la fuerza que da forma a las emociones, la reproducción y la lactancia, todas las formas y matices del amor.
Dornelles y su equipo de investigación trataron ratas perimenopáusicas con oxitocina.
La oxitocina es una hormona generalmente asociada con las emociones, los sentimientos y la empatía, pero también juega un papel importante en la regulación de la masa ósea.
La oxitocina es secretada por las células óseas y está relacionada con el metabolismo óseo en las mujeres. El nivel de esta hormona también disminuye durante la menopausia.
Aproximadamente un mes después de que los científicos trataron a los ratones; analizaron muestras de sangre y tejido y las compararon con muestras de animales que no recibieron oxitocina.
Las ratas que tomaron oxitocina no mostraron pérdida de densidad ósea y tenían marcadores bioquímicos de recambio óseo en la sangre.
En los animales tratados, los huesos mismos son más fuertes. El área del cuello femoral es más fuerte, tiene menos orificios y tiene características compatibles con una mayor densidad ósea.
Fuente: Noticias en Salud/Redacción NDV
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