Maruja Vieira, nacida en Manizales en 1922, es una destacada poeta y figura de la literatura y la cultura colombiana. Su legado es impresionante y su influencia en la escena literaria hispanoamericana es innegable. Con una carrera que abarca varias décadas, ha dejado una huella imborrable en la historia de la literatura en español.
Como poeta, periodista, catedrática y ensayista, Maruja Vieira ha demostrado su versatilidad en el mundo de las letras. Con más de 20 libros de poesía publicados, incluyendo dos antologías y dos libros virtuales, su producción literaria es un testimonio de su dedicación a la palabra escrita. Además, ha incursionado en la prosa y ha contribuido con innumerables artículos en medios destacados tanto en Colombia como en Venezuela.
Sin duda, Maruja Vieira es una testigo excepcional de la historia política y cultural de Colombia. Su activismo en defensa de los derechos de las mujeres ha sido una constante a lo largo de su vida. Como gestora cultural y docente, se ha preocupado por la formación de nuevas generaciones de periodistas y poetas, en particular, mujeres que buscan hacerse escuchar.
Baldomero Sanín Cano, Germán Arciniegas, Jaime Mejía Duque, Pedro Gómez Valderrama y Cristo Rafael Figueroa han elogiado su contribución creativa y han reconocido su impacto en la literatura.
Poeta Maruja Vieira
La vida personal de Maruja Vieira también es notable. Después de casarse en 1959 con el profesor, poeta y periodista José María Vivas Balcázar, lamentablemente enviudó poco tiempo después en 1960. Tiene una hija, Ana Mercedes Vivas, quien siguió sus pasos como comunicadora y escritora.
Los logros académicos y literarios de Maruja Vieira se han visto recompensados con numerosos premios y distinciones, incluyendo la Orden Aquilino Villegas, la Gran Cruz de Manizales, la Orden de la Cultura, la Medalla Simón Bolívar, la Medalla Honor al Mérito Artístico de Bogotá y la Orden Civil al Mérito José Acevedo y Gómez, entre otros.
Su reconocimiento trasciende las fronteras de Colombia, ya que el presidente de Chile, Ricardo Lagos, le otorgó la Orden Gabriela Mistral, el grado más alto. La Fundación Mujeres de Éxito le otorgó el premio en la categoría de Artes y Letras y la Corporación Arte y Poesía en la Calle le concedió el premio Erato
Su legado perdura en el tiempo, y en 2010, la Editorial Caza de Libros la honró como la poeta más importante del país durante la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Además, su trabajo se destacó en la Antología Poesía de la Alhambra en 2011, donde compartió espacio con destacados escritores hispanoamericanos.
Poesía, reconocimiento y legado
Las poetas jóvenes de Bogotá le rindieron homenaje en el Gimnasio Moderno en marzo de 2012. El reconocimiento continuó con el premio Vida y Obra otorgado por el Ministerio de la Cultura de Colombia en noviembre de 2012 y el Premio al Mérito a Artistas y Gestores de Bogotá en 2015, en la categoría de literatura.
Además de su influencia en Colombia, Maruja Vieira ha representado al país en festivales nacionales e internacionales. Su poesía ha cruzado fronteras al ser traducida a varios idiomas, incluyendo inglés, francés, húngaro, alemán y ruso. Entre sus obras solo se van a mostrar 2 poemas de las creaciones de la poeta Maruja Vieira.
Tus cartas
Sólo tengo tus cartas,
pero tener tus cartas
es dulce en esta niebla.
Es como andar contigo
por las calles
y decirte: Este parque
me vio jugar de niña;
esta casa fue nuestra.
Tus cartas solamente, no tus manos,
ni el color de tus ojos, ni tu frente;
pero con qué alegría
te estoy diciendo ahora
que mi ciudad es clara de azaleas,
alta y llena de nubes y de torres
y que te amo en ella!
Como el partir de un barco
Ya todo está más claro.
Como la tierra después de la lluvia
son los ojos después de las lágrimas.
El viento hace cantar una vez más los árboles,
pero en la madrugada
tienen distinta voz las antiguas campanas.
Partió un barco. El ancla la levaron
las manos más amadas.
Era un mar transparente, rumbo y ola,
donde flotaba un suave rostro pálido
y una playa del tiempo
que se quedaba atrás, con nuestro llanto.
Que se quedaba con nuestro silencio, con nuestra música olvidada y quieta,
con los libros cerrados, con los cuartos vacíos,
con esta soledad que nos asalta
cuando despierta el día sobre lechos intactos.
Las horas vuelven otra vez, iguales.
Todavía hay caminos con rosales y pájaros.
Los niños ríen en la calle
y los viejos martillos clavan maderas nuevas.
La muerte en nuestra casa cumplió su fiel palabra.
Todo fue tan sencillo como el partir de un barco.
Su legado será honrado y reconocido por la historia incluso después de dejar este mundo, su trabajo y su pasión seguirán eternamente.
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