La influencer, Kendall Jenner, pagará 90.000 dólares en promoción para conciliar una demanda interpuesta contra ella con respecto del fallido Fyre Festival; un supuesto evento musical de lujo que se planificó para abril de 2017 y en cuya promoción participó, pero que jamás logro realizarse.
La también modelo, que publicó un post en su red social Instagram dándole un impulso al evento; zanjó así una denuncia que presentó un grupo administrador de quiebra que está intentando recuperar el dinero que se gastó en la organización del festival en nombre de los acreedores que prestaron el dinero para el festival.
Kendall Jenner pagará promoción del Fyre Festival
Acompañando a Kendall Jenner, que recibió fondos a través de la promoción del festival, también se denunciaron a otros artistas que estaban pautados a ser parte de la gran fiesta; que se pagaron por sus presentaciones por el organizador del evento, Billy McFarland, y que más tarde no tuvieron lugar, como Migos, Pusha T, Blink-182 y Lil Yachty.
De este modo, los términos del acuerdo aparecen en documentos presentados este martes 19-M ante el Tribunal de Quiebras de Manhattan, en el que consta que Jenner; que tiene 129 millones de seguidores en Instagram, recibió de la compañía de McFarland, Fyre Media, 250.000 dólares por la publicación de una promoción del evento y 25.000 dólares más pocos días después.
Asimismo, Jenner negó cualquier tipo de responsabilidad relacionada con la demanda, y el acuerdo fue logrado luego de que el administrador de la quiebra; Gregory Messer, y la influencer pactaran una mediación el año pasado.
En EE. UU las leyes de quiebra dan la oportunidad a los administradores de la misma a recuperar pagos hechos por la compañía antes de la bancarrota.
Varias modelos promovieron el Fyre Festival en sus perfiles de la red social Instagram, lo que dio gran visibilidad al lujoso evento; por el que jóvenes de alto poder adquisitivo pagaron miles de dólares en concepto de entradas, hospedaje y comida.
En una isla de Pablo Escobar
El Fyre Festival, que contaba con entradas entre 4.000 y 12.000 dólares, vendía varios días de conciertos en una isla privada de las Bahamas; que supuestamente le pertenecía al narcotraficante Pablo Escobar.
Asimismo, la organización les garantizaba a los asistentes un traslado en vuelos privados, y dispondrían de villas a pie de playa y opulentas comidas antes de ir a conciertos de famosos grupos y cantantes.
No obstante, muchos de los asistentes mostraron en las redes sociales tiendas de campaña a medio erigir equipadas solo con colchones mojados por la lluvia; simples sándwiches de queso, traslado en aviones comerciales y autobuses escolares, falta de letrinas móviles, y una atención al público prácticamente nula.
Fuente: Panorama
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