El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha declarado que «en los próximos meses» prohibirá el acceso a las redes sociales para los menores de 15 años si no se logra pronto un acuerdo en la UE. Francia está presionando junto a España y Grecia para que esta iniciativa sea aprobada en la UE, pero Macron señala que no puede esperar más para implementarla.
«Me doy unos meses para movilizar a nivel europeo, de lo contrario, negociaré con los europeos para que nosotros mismos empecemos a hacerlo en Francia», advirtió el presidente, añadiendo que «ya no podemos esperar».
El apuñalamiento mortal de una vigilante por un estudiante de 14 años en la entrada de un colegio en la ciudad francesa de Nogent ha sido el catalizador que llevó al líder francés a lanzar un ultimátum sobre este asunto.
Francia prohibirá las redes sociales
El presidente también anunció que, como parte de las medidas para combatir la violencia, su gobierno promoverá otra iniciativa que impida a los jóvenes de 15 años adquirir cuchillos por internet. El primer ministro François Bayrou había explicado previamente que Francia implementará un sistema similar al que existe en sitios pornográficos, de modo que «cuando se entregue el paquete, se verificará la edad de la persona que lo recibe», según sus declaraciones.
Macron ha criticado el papel que han desempeñado las redes sociales en este incidente y sugiere que se implemente un sistema de verificación de edad de manera similar. Por ello, propone métodos como el reconocimiento facial y otros sistemas de identificación digital: «Las plataformas tienen la capacidad de verificar la edad. Hagámoslo», indicó en un mensaje en X.
Austria dio el primer paso
En diciembre pasado, Austria se convirtió en el primer país en prohibir por ley el acceso de menores a las redes sociales. Según el texto aprobado, la ley impone a las plataformas de redes sociales (no a los padres ni a los jóvenes) la responsabilidad de adoptar medidas razonables para asegurar que se implementen estas protecciones.
De no hacerlo, el Gobierno impondría «sanciones severas» a aquellas plataformas que no cumplan con este deber, enviando un mensaje de advertencia a plataformas como X, Snapchat, Instagram o Facebook, que podrían enfrentarse a multas superiores a 30,5 millones de euros. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, destacó que no se trataba de una cuestión del ámbito privado y familiar, sino de un problema de salud pública: «Sabemos que las redes sociales están causando daño social», afirmó.
Con información: Infobae.
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