Muchos usuarios descuidan su nevera, ignorando sus necesidades básicas y cometiendo errores que pueden tener consecuencias desastrosas. Desperdiciar alimentos, un gasto excesivo de energía y el riesgo de contraer enfermedades se encuentran entre las preocupaciones más apremiantes.
En primer lugar, la nevera, a pesar de su naturaleza aparentemente sin pretensiones, requiere una atención cuidadosa. Por esta razón, existe la demanda de cuidados específicos para su funcionamiento óptimo.
Por lo tanto, es crucial tener en cuenta algunos errores comunes que podrían estar cometiendo con su nevera.
Aquí, se detallan algunas pautas clave para mantener su nevera en óptimas condiciones y garantizar su eficiente funcionamiento y evitar estos errores.
Error 1: Sobrecargar la nevera
Una nevera desbordada no es lo ideal. Dejar espacio vital es clave para el flujo de aire y la frescura de los alimentos. La amontonación dificulta la tarea de mantener los alimentos en óptimas condiciones, acelerando su deterioro.
De lo contrario, una limpieza está en orden. Los recipientes son útiles para ordenar desde frutas frescas hasta sobras. Permite que el aire circule y preserve la frescura de los alimentos. Asegúrese de que el espacio no esté saturado. Simplifique y respire fácilmente.
Error 2: No cierre la puerta por completo
Si la puerta de la nevera no se sella por completo, permite que escape el aire frío. A diferencia de las puertas de los gabinetes regulares, su cierre depende de una goma que se adhiere al cuerpo y suele estar magnetizada para generar resistencia al abrirse. Sin embargo, cuando la nevera está sobrecargada o los estantes de la puerta están abarrotados, en ocasiones parece cerrado pero no lo está.
Al cerrarla, tira suavemente de ella para confirmar que se ha sellado correctamente y no haya fugas de aire frío. Este simple gesto garantiza que la nevera funcione eficientemente y evita el desperdicio de energía y alimentos
Error 3: Reducir excesivamente la temperatura
Es común sentirse confundido al dejar escapar todo el aire frío al abrir la nevera para guardar los comestibles. Muchos optan por bajar temporalmente la temperatura al dejar la puerta abierta, lo que, aunque comprensible, es fácil de olvidar.
No obstante, esto conlleva un mayor consumo de electricidad y la formación de cristales de hielo en los alimentos, como la leche, frutas y verduras congeladas.
En realidad, si su nevera no está llena hasta el límite y está correctamente sellada, puede recuperar la temperatura perdida por sí mismo, incluso si la puerta ha estado abierta uno o dos minutos. Se autorregula antes de que los alimentos se echen a perder.
Es crucial tener un termómetro dentro de la nevera, manteniendo la temperatura entre 35 y 38 grados F (1.6-3.3 grados Celsius). Este rango garantiza que no esté lo suficientemente frío como para congelar los alimentos ni tan cálido como para que se echen a perder rápidamente. Realice pequeños ajustes y espere una o dos horas (o más, según las indicaciones del fabricante) hasta alcanzar la temperatura óptima.
Error 4: Limpieza insuficiente
La nevera alberga derrames y fugas. Si bien atendemos los derrames evidentes, rara vez la sometemos a una limpieza profunda.
Se recomienda integrar la limpieza del refrigerador en la rutina de limpieza de la cocina, ya que bacterias de fugas en envases de carne pueden contaminar otros alimentos. Una solución de agua con un toque de lejía puede ser efectiva.
Además, no descuides limpiar debajo del refrigerador. Es un imán para el polvo y la suciedad, lo que afecta la eficiencia del refrigerador. Aunque pueda resultar desalentador, a largo plazo, implica ahorros económicos.
Error 5: Colocar comida caliente afecta el cuidado de nevera
Evitar la introducción de comidas o líquidos calientes en la unidad es clave para preservar la seguridad alimentaria.
Colocar una olla de sopa caliente en los refrigeradores puede desencadenar un desastre, ya que las altas temperaturas por encima de 40 grados F (4.4 grados C) fomentan una rápida proliferación bacteriana, poniendo en riesgo la integridad de otros alimentos.
Si bien algunos refrigeradores por su tecnología pueden manejar ligeras porciones de sobras calientes, es vital evitar exponerlos a temperaturas extremas. Mantenga la frescura y la seguridad de sus alimentos al evitar esta práctica.
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