Ante la baja capacidad de El Palito, el suministro de gasolina en Carabobo y otras regiones depende del Centro de Refinación Paraguaná
Los carabobeños enfrentan una nueva crisis de escasez de gasolina que ha generado caos y largas colas en las estaciones de servicio desde hace dos semanas, en medio de la incertidumbre derivada de ausencia de información oficial.
Los conductores de la región se han visto obligados a pasar horas en filas que superan el kilómetro de longitud, con la esperanza de surtir sus vehículos.
Este viernes 4 de octubre, la situación se ha intensificado, con un lapso de espera que se extiende por más de una hora y media para quienes desean adquirir gasolina a precio internacional, ya que las pocas estaciones subsidiadas permanecen cerradas o sin disponibilidad.
En algunas estaciones de servicio ubicadas en puntos estratégicos y autopistas, como Bohío, Los Guayos 2, Bárbula 1 y 2, Don Julián, El Prado, Bosqueserino y Palmarejo la acumulación de vehículos ha comenzado a obstruir un canal de circulación, generando fuertes congestiones de tráfico.
A pesar de la creciente preocupación de los usuarios y la paralización de varias estaciones de servicio, hasta el momento no ha habido un pronunciamiento oficial por parte de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) sobre esta nueva crisis en el suministro de gasolina.
Producción de gasolina comprometida
Trabajadores de la Refinería El Palito, ubicada en Carabobo, confirmaron que la planta lleva varios meses operando de manera intermitente. La unidad de craqueo catalítico, fundamental para la producción de gasolina, se encuentra paralizada.
Esta refinería tiene una capacidad instalada de 146 mil barriles por día (bpd). Sin embargo, cuando está en funcionamiento, apenas alcanza el 30% de su capacidad debido a la falta de mantenimiento y las constantes fallas operativas.
Ante la baja capacidad de El Palito, el suministro de gasolina en Carabobo y otras regiones depende casi exclusivamente del Centro de Refinación Paraguaná (CRP), el mayor complejo refinador del país, integrado por las refinerías Cardón y Amuay en la costa occidental.
El CRP, con una capacidad total de 955 mil barriles diarios, estuvo paralizado por casi tres semanas desde el 12 de septiembre hasta el martes 1 de octubre, a raíz de fallas eléctricas que afectaron a la unidad de destilación de crudo en Cardón y al reformador de nafta en Amuay, necesario para la producción de gasolina terminada, según informó la agencia Reuters.
El pasado martes 1 de octubre, tras labores de reparación, estas operaciones se reactivaron. Con esto, el procesamiento total de crudo del CRP se incrementó a aproximadamente 100 mil bpd, lo que representa una leve mejoría frente a los casi nulos niveles de producción previos.
Sin embargo, estas cifras están lejos de ser suficientes para satisfacer la demanda interna de gasolina del país, ya que el CRP opera actualmente al 25% de su capacidad instalada, procesando alrededor de 238 mil bpd de crudo.
Con información de El Carabobeño
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