Un diseñador web de treinta años llamado Nicolás Kuroña se ha convertido en el nuevo propietario del dominio de Google de Argentina. El joven logró comprar de forma totalmente legal Google.com.arg el miércoles 22 de abril a las 21:50 horas de Buenos Aires, momento en que el sitio había ‘caído’ y estaba sin funcionamiento.
«Nunca imaginé que pudiera permitirme comprarlo», contó Kuroña a la BBC. Esta historia comenzó cuando el diseñador estaba sentado frente a su escritorio a las afueras de Buenos Aires trabajando en el sitio web de un cliente.
Quiero aclarar que entre a https://t.co/XtzUy8WL36 vi el nombre de https://t.co/cK20BdyuxB disponible y lo compre legalmente como corresponde!
— Nicolas David Kuroña (@Argentop) April 22, 2021
Posteriormente, empezó a recibir mensajes a través de la aplicación WhatsApp que le indicaban que Google no funcionaba: «Entré a www.google.com.ar en mi navegador y no daba respuesta. Pensé que estaba pasando algo extraño».
Por ello, decidió acceder al Network Information Center de Argentina (NIC), la organización encargada de los dominios nacionales de código.ar. Una vez en el sitio, tecleó ‘Google’ y descubrió que el dominio de Google de Argentina estaba a la venta. Pensando que no funcionaría, siguió los pasos para realizar la compra.
Una vez completado el proceso, recibió un correo electrónico con la factura de la compra. El documento muestra que, este joven que estaba diseñando una web para un cliente, era en ese momento el dueño del dominio de Google de Argentina tras abonar 270 pesos (unos 2,4 euros).
Para comprobar que no se trataba de un engaño, introdujo los caracteres www.google.com.ar y pulsó la tecla ‘enter’: «Aparecieron mis datos personales. Me quedé congelado mirando la pantalla, no podía creer lo que acababa de pasar».
Un tweet con 79.600 ‘me gustas’
En apenas dos minutos, a las 21:52, Kuroña se había hecho con el sitio de Google de su país. De este modo, los millones de consultas de este buscador realizadas por los internautas estarían llegando a un joven que actuó de buena fe: «Quiero dejar claro que nunca tuve malas intenciones, solo traté de comprarlo y la NIC me dejó». Poco después, publicó lo ocurrido en su perfil de la red social Twitter.
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