Con el mundo viviendo bajo la sombra de una segunda ola de la pandemia covid-19, el Presidente Jair Bolsonaro dijo que Brasil «tiene que dejar de ser un país de maricas» y enfrentarse a la enfermedad. «Todo ahora es una pandemia, tiene que detener este negocio», dijo. Bolsonaro sobre cuarentena
Lo siento por los muertos. Todos vamos a morir un día, todos aquí vamos a morir. Es inútil huir de eso, huir de la realidad. Tienen que dejar de ser un país de maricas», dijo en una ceremonia en el Palacio del Planalto.
En Brasil, 5.675 millones de personas han sido contaminadas por el nuevo coronavirus, y 162.600 personas han muerto como resultado de la enfermedad. Los países de Europa, que vieron empeorar la situación a principios de año, incluso antes de que la enfermedad golpeara con más fuerza al Brasil, volvieron a decretar medidas más estrictas para aislarse de la segunda oleada de la enfermedad. Bolson aro sobre cuarentena
Las restricciones son «cosas de dictadura»
«Aquí comienzan a asustar al pueblo brasileño con la segunda ola. Tiene que enfrentar, es la vida», dijo el presidente. «Tenemos que enfrentarnos, (tener) el pecho abierto, luchar», añadió Bolsonaro.
El presidente volvió a criticar las decisiones de los alcaldes y gobernadores de restringir las actividades en el período más crítico de la pandemia en Brasil y comparó las medidas con «cosas de la dictadura». «Esposar a las mujeres en bikini en la playa es cobardía, travieso, una cosa de la dictadura. Y me llaman dictador», dijo. Bolsonaro sobre cuarentena
«Tengo, como jefe de estado, que tomar decisiones que no me dejarían tomar. Lo que nos faltaba no era un líder, sino dejar que el líder trabajara», enmendó.
El becario citó una investigación, según él, que aún no está probada, que muestra que el número de muertes por covid no alcanza el 20% del total de muertes en el país. «No tienes afecto, ni sentimientos… Sí, lo hago, por todos los que murieron. Pero estaba sobredimensionado», criticó. Bolsonaro sobre cuarentena
Aunque criticó el tamaño de la pandemia, el presidente expresó su preocupación por el fin del programa de ayuda de emergencia, que costará 322.000 millones de reales (322.000 millones de dólares) a las familias más vulnerables y que finalizará el 31 de diciembre. «La ayuda termina, ya que hay casi 40 millones de personas invisibles que lo han perdido todo.
El gobierno de Brasil ha buscado una reformulación del programa Bolsa Familia en el Congreso Nacional para ampliar el alcance del programa social y albergar una porción de estos «invisibles», rastreados gracias a la ayuda de emergencia.
Discursos «desde el corazón»
Pero el marco fiscal del gobierno ha sido un obstáculo, y el propio presidente ha prohibido los debates sobre las revisiones de ciertos gastos considerados ineficientes, como el bono salarial (una especie de 14º salario pagado a los trabajadores con una cartera firmada que ganan hasta dos salarios mínimos y que podrían, si se revisan, liberar hasta 20.000 millones de reales al año). Bolsonaro sobre cuarentena
También se quejó de «no tener paz por absolutamente nada» y defendió la búsqueda del cambio. Criticó lo que él veía como las debilidades de la generación actual. «En mi época, el acoso en la escuela era una paliza. Ahora, llamar a alguien gordo es intimidar», disparó.
Unas dos horas después del evento en el Plateau, Bolsonaro dijo durante una actuación en vivo en sus redes sociales: «Puedes decir que hablo calabacín, pero [mis discursos] son desde el corazón.
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