Ucrania lanza los primeros misiles de EEUU contra Rusia, 48 horas después de que Joe Biden levantara el veto sobre su uso, los misiles ATACMS, de fabricación estadounidense, impactaron en el centro logístico 1046, es decir, el arsenal de Karachev, ubicado en el óblast ruso de Briansk.
Este almacén de munición apoya el esfuerzo bélico ruso en la disputada región de Kursk. La línea roja establecida por Vladimir Putin, una más de las que ha marcado el autócrata del Kremlin, fue cruzada por las fuerzas militares de Kiev.
Este mismo martes, Vladimir Putin firmó la nueva doctrina nuclear rusa, que autoriza una respuesta con armamento atómico ante un ataque con armas convencionales en su territorio, aunque el futuro movimiento de Rusia sigue siendo incierto.
Ucrania lanza los primeros misiles de EEUU
Desde Moscú, se admite que se han lanzado seis misiles desde el lado ucraniano, aunque no han causado daños significativos. Sin embargo, como es habitual, los videos publicados por los propios residentes del área del ataque, que muestran una gran columna de fuego, contradicen la versión oficial del Kremlin. No es el único proyectil lanzado, y poco a poco se irá conociendo, gracias a las imágenes satelitales, si otros han logrado alcanzar sus objetivos.
El titular de la diplomacia rusa aseguró poco después que se dará una respuesta «adecuada» al lanzamiento de misiles estadounidenses desde Ucrania, condenando la participación de Washington en dichos ataques y anunciando una «nueva fase» en el conflicto.
«Si se utilizan misiles de largo alcance desde Ucrania hacia el territorio ruso, esto implica que son operados por expertos militares estadounidenses. Consideraremos esto como una nueva etapa de la guerra occidental contra Rusia y responderemos en consecuencia», afirmó Serguéi Lavrov ante los medios en Río de Janeiro, tras la cumbre del G20.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia reiteró un argumento planteado por el propio Putin: «Los ucranianos no pueden lanzar los ATACMS sin la asistencia de expertos e instructores estadounidenses» que proporcionan «datos de satélite, programación y orientación». Lavrov indicó que el uso de ATACMS para atacar territorio ruso es «una señal» de que Ucrania y Occidente «buscan una escalada».
Como Ucrania ha admitido en varias ocasiones, el Pentágono identifica los objetivos rusos a través de satélites, mientras que el personal estadounidense en el terreno recopila las coordenadas y las envía a Kiev, que luego introduce los datos y lleva a cabo el lanzamiento, de manera similar a como los británicos colaboran con las fuerzas ucranianas para lanzar misiles Storm Shadow.
Este tipo de lanzamientos no difiere significativamente de los que emplea Rusia. En el caso de Moscú, se han adquirido cientos de proyectiles KN-23 de Pyongyang, cuyos lanzadores y expertos han sido enviados a Rusia y a las áreas de Ucrania ocupadas por las fuerzas rusas para brindar asesoramiento a las tropas en el manejo de estos dispositivos militares.
¿Podría el uso de estos misiles provocar una guerra nuclear? Según la mayoría de los especialistas en armamento nuclear, la escalada hacia un conflicto atómico sigue ciertas pautas y debería incluir, mucho antes de cualquier ataque en Ucrania, movimientos dentro de los arsenales nucleares, lo cual ya implicaría una violación de varios tratados internacionales, e incluso la realización de una prueba nuclear en un área deshabitada.
Con información: El Nacional
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