Rusia anunció con orgullo el éxito de las primeras pruebas operativas de su revolucionario torpedo nuclear Poseidón, también conocido como 2M39 Status-6, reseñó la agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti y recogida por Newsweek.
Considerado como el arma definitiva por el propio presidente ruso, Vladimir Putin, Poseidón ha demostrado su excepcional operatividad y seguridad durante los ensayos.
Según la agencia mencionada, el torpedo se encuentra “preparado para trabajar según lo previsto”. Lo que indica que las primeras pruebas en el mar están programadas para este verano.
Submarino nuclear ruso Belgorod
Se trata de la construcción naval más grande de Rusia y el submarino más grande construido en 30 años. Mide 184 metros de largo, pesa 30.000 toneladas, y además, puede transportar hasta seis torpedos nucleares ‘Poseidón’.
Este submarino, que entró en servicio en julio de 2022, ostenta el título de ser el más grande del mundo.
Torpedo nuclear Poseidón
También conocido como el Arma del Juicio Final, con una carga útil nuclear de hasta 100 megatones, duplicando así la capacidad destructiva de la mayor bomba nuclear jamás detonada, la Zar. Tiene una potencia como para producir un tsunami de hasta 500 metros de altura, según el medio US Naval Institute News.
El desarrollo de Poseidón fue uno de los proyectos secretos mejor guardados por Rusia hasta el año 2015. Cuando se filtraron los primeros detalles al respecto.
En 2018, Putin confirmó oficialmente la existencia de este poderoso dron, destacando su sigilo, maniobrabilidad y virtual indestructibilidad.
Con aproximadamente 20 metros de longitud, más de 90 toneladas de peso y un diámetro de dos metros, Poseidón se ha ganado el título de ser el torpedo más grande del mundo.
Arma apocalíptica
Además, un documento ruso filtrado y traducido por la BBC en 2015 describía a los torpedos Poseidón como armas diseñadas para «destruir» ciudades costeras económicamente importantes como Nueva York o Los Ángeles. Al «crear amplias áreas de contaminación radiactiva generalizada (similar a una bomba de cobalto), dejándolas inutilizables para actividades militares, económicas o de otro tipo durante mucho tiempo».
Según describió la agencia estatal rusa TASS en 2020, la carga útil podría ser de hasta dos megatones para «destruir bases navales enemigas» y tener una profundidad de operación de más de un kilómetro.
El mundo se encuentra ahora en alerta ante la irrupción de esta nueva y aterradora arma, mientras Rusia avanza en el desarrollo de su “arma del juicio final”, el equilibrio geopolítico se ve amenazado y el futuro de la seguridad mundial queda en entredicho.
Con información de 20 Minutos
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