Dos iglesias del centro de Santiago de Chile resultaron quemadas el pasado domingo 18-O luego de la multitudinaria manifestación que concentró a decenas de miles de personas para conmemorar el primer año de ola de protestas, las más graves desde el fin de la dictadura militar (1973-1990).
La primera iglesia en incendiarse resultó la San Francisco de Borja, utilizado de forma regular por el cuerpo policial de Carabineros para ceremonias institucionales, y horas después la Iglesia de la Asunción, una de las más longevas de la capital, con más de un siglo y medio de antigüedad.
Los dos santuarios están ubicados en los alrededores de Plaza Italia, el epicentro del llamado «estallido social» y que este domingo resultó escenario de una de las concentraciones con más participación en lo que va de año.
«Indignación y tristeza por el incendio y destrucción de la parroquia de La Asunción, y el ataque a la iglesia San Francisco de Borja; ambos inmuebles patrimoniales», informó el pasado domingo en su cuenta de Twitter la ministra de las Culturas; las Artes y el Patrimonio de Chile, Consuelo Valdés.
La iglesia de San Francisco de Borja resultó también saqueada y algunas de sus imágenes religiosas fueron quemadas en la calle; mientras que la de La Asunción vio cómo su cúpula caía al suelo consumida por las llamas.
Ola de saqueos
En las cercanías de la rotonda, bautizada por los manifestantes como «Plaza Dignidad»; fueron saqueados además varios comercios, entre ellos un supermercado de una cadena internacional; y también se registraron ataques de encapuchados a algunas comisarías de la periferia capitalina, como Puente Alto.
Además de las iglesias quemadas en Chile, resultaron levantadas barricadas en lugares cercanos a la plaza y en otras zonas de la capital; mientras que ciudades como Antofagasta (norte) también han visto incidentes violentos y enfrentamientos con la policía.
El presidente chileno, el conservador Sebastián Piñera, quien pasó todo el día en su residencia; se trasladó en horas de la tarde al Palacio de La Moneda -sede del Gobierno- para monitorear los incidentes, que ensombrecieron una jornada que transcurrió durante horas en un ambiente muy festivo y familiar.
Jóvenes, adultos mayores, colectivos sociales y familias enteras se acercaron desde tempranas horas a la plaza; blandiendo banderas y pancartas a favor de una mayor igualdad social y coreando la frase que se ha convertido en el lema de las revueltas: «¡Chile despertó!».
Concentraciones en varias ciudades
Igualmente, se presentaron concentraciones en ciudades como Valparaíso, Viña del Mar, Antofagasta y Concepción.
De acuerdo a Carabineros, al menos 18 agentes quedaron lesionados en distintos puntos de la capital. A diferencia de otras semanas, el cuerpo policial estuvo la mayor parte del día replegado y comenzó a actuar cuando empezaron los desmanes.
La institución está en el punto de mira por su crudeza en la represión de las marchas, que dejaron una treintena de muertos y miles de heridos; y diversos organismos internacionales, como la ONU, les han acusado de haber cometido violaciones a los derechos humanos. Según la Fiscalía, hay más de 4.600 causas abiertas contra ellos.
Las concentraciones por el aniversario se celebran a una semana de que más de 14,5 millones de chilenos decidan en un histórico plebiscito si quieren reemplazar la actual Constitución, heredada de la dictadura y vista como el origen de las desigualdades que aquejan al país.
Como cuando decimos que el comunismo es el anticristo, el mismísimo Diablo. Al menos 2 iglesias quemadas en Santiago de #Chile por turbas de comunistas y anarquistas, en conmemoración de los mismos destrozos que hicieron hace un año. Mano dura con estos delincuentes de izquierda. pic.twitter.com/c9Ro1fiWsX
— Cristian Crespo F. (@cristiancrespoj) October 19, 2020
Fuente: Panorama
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