Donald Trump y Vladímir Putin se reúnen hoy, 15 de agosto, en la base Elmendorf-Richardson, ubicada en Alaska, para discutir el futuro del conflicto entre Ucrania y Rusia.
Si la Cumbre de Alaska resulta exitosa, Trump planea convocar a Volodímir Zelenski para avanzar en un cónclave tripartito con Putin, el cual serviría para establecer una hoja de ruta hacia un armisticio definitivo entre Kyiv y Moscú.
Por el contrario, si la reunión privada resulta ser un fracaso, Trump ya ha anticipado que actuaría sin dudar un segundo.
«Soy el presidente y no me andaré con rodeos. En los primeros dos, tres, cuatro o cinco minutos, sabré si tendremos una reunión productiva o no», declaró Trump ayer.
Y agregó: «Si la reunión es negativa, concluirá rápidamente, y si es positiva, lograremos establecer la paz en un futuro cercano».
Trump y Putin en Alaska
El desenlace del encuentro depende del presidente de la Federación Rusa. Putin demanda que Ucrania renuncie a la soberanía de Donetsk, Luhansk, Kherson, Zaporizhzhia y la península de Crimea para llegar a un acuerdo de armisticio con Ucrania.
Una exigencia territorial que Zelenski, Europa y ahora el mismo Trump desestiman. Por lo tanto, a Putin solo le queda moderar sus demandas para evitar que el presidente de Estados Unidos finalice la reunión, convoque a su conferencia de prensa y regrese enfurecido a Washington.
Putin arribará a Alaska junto a Yuri Ushakov, asesor en política internacional; el canciller, Serguéi Lavrov; el ministro de Defensa, Andréi Beloúsov; el titular de Finanzas, Antón Siluanov; y el enviado especial para cooperación económica con Estados Unidos, Kiril Dmitriev.
Por su parte, Trump estará acompañado por Marco Rubio, secretario de Estado, Scott Bessent, secretario del Tesoro; Howard Lutnick, secretario de Comercio, John Ratcliffe, director de la CIA, la jefa de Despacho, Susie Wiles, y Steve Witkoff, enviado especial para Rusia.
Una delegación oficial que agrupa a funcionarios muy influyentes de la administración republicana.
La cumbre representa una ventaja indiscutible para Putin: desde la invasión del Ejército Rojo a Ucrania, ha permanecido aislado en Moscú y bajo constante investigación por crímenes de guerra.
Ahora, gracias a una decisión de la Casa Blanca, viaja a Alaska, se encuentra con Trump y será noticia de última hora en todos los medios del mundo.
Con información: Infobae.
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