En un debate lleno de ataques y golpes, los candidatos presidenciales de Brasil Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva intercambiaron feroces insultos personales, con acusaciones de corrupción y mentiras, en el último debate presidencial previo a las elecciones generales del 2 de octubre.
«No mientas porque es vergonzoso que mienta un presidente de la República», dijo el favorito Luiz Inácio Lula da Silva a Bolsonaro, en respuesta a las acusaciones de corrupción hechas por el presidente actual. Bolsonaro devolvió el golpe a Lula calificándolo de «mentiroso, ex preso y traidor».
Lula acusó a Bolsonaro de ser «un dictadorcito», mientras que el candidato ultraderechista lo acusó de ser «una vergüenza nacional» que solo busca volver a «la escena del crimen».
Pandemia y vacunas
El primer cruce entre ambos candidatos arrancó con la gestión de la pandemia del coronavirus y la campaña de vacunación.
El expresidente culpó a Bolsonaro de «jugar» con la vida de los brasileños y lo responsabilizó por la muerte de más de 600.000 personas con covid-19, recordando que el actual mandatario se refirió a ella como una «gripecita» que solo se cobraría la vida de «uno que otro viejito».
Lula denunció la resistencia de Bolsonaro a comprar vacunas y promocionar medicamentos no probados como la hidroxicloroquina. «Su negligencia provocó la muerte de 600.000 personas cuando se podría haber salvado más de la mitad», afirmó.
Por su parte, el actual jefe de Estado defendió su administración y señaló que menos de un mes después de la primera vacuna aplicada en el mundo, Brasil comenzó a suministrarla a cualquier persona que quisiera.
«Compramos 500 millones de dosis de vacunas. Brasil dio ejemplo en el mundo en materia de vacunación», señaló Bolsonaro. «Si hubiera sido alguien de tu gobierno, alguien del consorcio Nordeste, te hubieras robado todo y hubiera muerto mucha gente cuya muerte se podría haber evitado», añadió intentando centrar la atención en el tema de la corrupción.
Petrobrás
Más adelante, Bolsonaro acusó a Lula de llevar adelante «el mayor esquema de corrupción del mundo» en la empresa estatal Petrobrás, mientras que el candidato de izquierda recordó que Brasil no quiere que lo gobierne alguien que compró «51 inmuebles con dinero en efectivo», cuyo origen no está claro.
El candidato ultraderechista sostuvo que durante los mandatos del líder del Partido de los Trabajadores el país era «comandado por ladrones».
«Tu pasado es vergonzoso. No hiciste nada por Brasil, solo metiste dinero público en tus bolsillos y en los de tus amigos», manifestó.
Por su parte, Lula, que fue encarcelado en 2018 por cargos de corrupción que luego fueron anulados, defendió el proceso de capitalización de Petrobras y afirmó que la transformó en la segunda mayor compañía de energía del mundo, lo que le permitió a la nación «ser autosuficiente» en petróleo.
Lula negó cualquier participación en casos de corrupción al responder a otro candidato: «Fui absuelto en 26 juicios dentro de Brasil, fui absuelto por la Corte Suprema y fui absuelto en dos juicios en las Naciones Unidas».
«Si hubo corrupción, quién robó, pagó», aclaró, al tiempo que señaló que la transparencia de su gobierno permitió adelantar las investigaciones que terminaron en la captura de quienes participaron en las irregularidades.
Lula, que actualmente lidera las últimas encuestas, le dijo al presidente Bolsonaro que «se mirara en el espejo» si quería ver corrupción, y citó las acusaciones contra su hijo, el senador Flavio Bolsonaro, y su ex ministro de educación, acusados de exigir sobornos para influyentes iglesias evangélicas.
«En nuestro gobierno no había secretos. Todo era un portal de transparencia», destacó Lula. «En su caso todo es motivo de secreto», enfatizó.
Además, criticó el cierre de empresas que resultó de todos los procesos que se dieron por las corruptelas de Petrobras, porque «acabó con millones de empleos». En este sentido, subrayó que «para combatir la corrupción no era necesario cerrar las empresas».
Crimen organizado y narcotráfico
Los candidatos presidenciales también intercambiaron acusaciones sobre relaciones con narcotraficantes y milicianos. Como se conocen a las mafias formadas por policías en activo y retirados que controlan decenas de favelas.
Por un lado, Bolsonaro culpó al exmandatario de «tener un pacto» con el narcotraficante Marcos Camacho. Mientras, Lula presumió que ingresa a las favelas de Río de Janeiro sin chaleco de seguridad.
«Usted tiene amistad con bandidos. En la favela no había un policía a su lado, solo había traficantes», aseguró Bolsonaro. En referencia a un mitin celebrado en Río de Janeiro el pasado miércoles.
Por su parte, el líder del PT respondió manifestando que el jefe de Estado está vinculado a la criminalidad, a la pobreza y al crimen organizado de los parapoliciales de ultraderecha que mataron en 2018 a la concejala de Río de Janeiro, Marielle Franco. Conocida por su posición de combate a las milicias, un crimen que causó impacto internacional y que permanece sin resolver.
La izquierda latinoamericana
El líder de la ultraderecha aprovechó el tramo final del debate para sacar a relucir la relación de Lula con presidentes latinoamericanos como el nigaragüense Daniel Ortega, el venezolano Nicolás Maduro, el colombiano Gustavo Petro o el argentino Alberto Fernández, a los que vincula con el comunismo. Dedicó más tiempo a criticar a Ortega, en especial por la detención de sacerdotes, el cierre de iglesias y de medios de comunicación.
El exsindicalista dijo que la situación política de Nicaragua le corresponde resolverla a los nicaragüenses, aunque dejó un recado para Daniel Ortega. “Si alguien se cree imprescindible, está naciendo un dictador. Pero si Ortega está equivocándose, que el pueblo nicaragüense lo castigue. Si Maduro está equivocándose, que el pueblo venezolano lo castigue”, dijo Lula.
También trajo a colación el discurso de Petro en la ONU para defender la despenalización de la cocaína, vinculándolo con Lula, quien nunca se pronunció a favor de la legalización de las drogas.
🇧🇷 Bolsonaro a Lula: “Tus amigos son casi todos narcotraficantes y personas en el mundo del crimen” 🔥 pic.twitter.com/WKSrcwQYWf
— El Derechista (@elderechistaok) October 17, 2022
Amazonía
Sobre el tema del medio ambiente, afirmó que a pesar de que Brasil es uno de los diez países más ricos del mundo. Es uno de los “menores emisores de gases CO2”.
Lula también dijo que la Amazonía debe ser explorada económicamente, pero sin talar árboles. “La mayor riqueza de la Amazonía es reconocer su biodiversidad y tal vez de ahí extraer algo para la industria farmacéutica, la industria cosmética”, dijo.
A dos semanas del balotaje, el último sondeo electoral divulgado el viernes por la firma Datafolha, ubica a Lula con el 49% de la intención de voto frente a un 44% de Bolsonaro. Un 93% de los consultados afirmó haber definido su voto. El 5% votaría blanco o nulo, mientras el 1% se manifestó indeciso.
Según el sistema electoral brasileño, si ningún candidato logra obtener más del 50% de los votos válidos en la primera vuelta. Se convoca a una segunda vuelta en la que sólo participan los dos candidatos más votados.
Bolsonaro tiene razón. pic.twitter.com/neUihn8BbQ
— Juan Ignacio Maturana (@nachomaturana) October 17, 2022
Con información de CNN debate presidencial Bolsonaro Lula
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