El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, dijo este jueves que en lo que va de año 55 migrantes han muerto y 180 niños han quedado abandonados mientras cruzaban la inhóspita selva del Darién rumbo a Estados Unidos.
Cincuenta y cinco personas han perdido la vida en el año 2024 en la ruta del Darién, ubicada en la frontera entre Colombia y Panamá, según lo informado por Mulino en su conferencia de prensa semanal.
Esta selva se ha transformado en un corredor para migrantes que, provenientes de Sudamérica, intentan llegar a Estados Unidos. La mayoría de ellos son venezolanos, aunque también se encuentran colombianos, ecuatorianos, haitianos y chinos.
Durante esta travesía, los migrantes se enfrentan a peligros como ríos caudalosos, fauna salvaje y grupos criminales que cometen robos, violaciones y asesinatos, de acuerdo con organismos internacionales.
Las autoridades panameñas sospechan que el número de fallecidos en la selva podría ser mayor, ya que muchos cuerpos no pueden ser recuperados debido a la inaccesibilidad del terreno o, en algunos casos, son devorados por animales.
Hasta la fecha, 300.000 migrantes han cruzado la selva del Darién, lo que representa una disminución del 41% en comparación con 2023, cuando se registró un récord de 520.000 personas que realizaron este peligroso trayecto.
Niños abandonados en la selva del Darién
A pesar de la reducción en el número de migrantes, Mulino subrayó que «180 menores no acompañados» han quedado desamparados en la selva del Darién y actualmente están bajo el cuidado de instituciones dedicadas a la atención infantil.
En ciertos casos, los menores se encontraban solos porque sus familiares fallecieron o se extraviaron en la selva, mientras que otros viajaban sin compañía, según informan organismos internacionales.
«Es un problema muy grave, ya que, hasta donde tengo conocimiento, son menores de diversas edades, desde pequeños hasta más grandes», señaló Mulino.
«Es seguro que cada menor no acompañado tiene familiares en algún lugar de Venezuela, Colombia o Ecuador. No creo que hayan llegado sin tener a alguien que les responda en esos países y que debamos localizar», agregó.
Organismos internacionales han resaltado que al llegar a los puestos fronterizos de Panamá, los menores presentan heridas en la piel, torceduras, picaduras de insectos, enfermedades y deshidratación.
Se ha observado que el 21% de los niños, niñas y adolescentes continúa formando parte del flujo migratorio. Sin embargo, hemos detectado un grupo que nos genera especial preocupación: los menores no acompañados, advirtió a la AFP Diana Romero, especialista en emergencias de Unicef en Panamá.
Romero indicó que el número de menores que viajan sin la compañía de familiares aumentó de aproximadamente 3.000 en los primeros once meses de 2023 a 4.476 en el mismo período de 2024.
Con información: El Carabobeño
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