Arrestan a un exministro de Bolsonaro, la policía brasileña detuvo este sábado a un aliado del expresidente Jair Bolsonaro por «dirigir» una supuesta tentativa de golpe que contemplaba el asesinato del mandatario Luiz Inácio Lula da Silva e intentar obstruir las investigaciones.
El general Walter Braga Netto ocupó el cargo de ministro de Defensa y fue compañero de fórmula de Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales de octubre de 2022, en las cuales la dupla fue derrotada por Lula y el vicepresidente Geraldo Alckmin.
Su detención fue ordenada por el juez Alexandre de Moraes del Supremo Tribunal Federal (STF) debido a su «gravísima participación» en una conspiración golpista, desempeñando un papel de liderazgo, organización y financiamiento, además de evidenciar indicios significativos de haber actuado, de manera reiterada, para obstruir las investigaciones.
Una fuente de la Policía Federal (PF) confirmó a la AFP que «Braga Netto fue detenido». Los agentes también llevaron a cabo órdenes de allanamiento en contra del general y de su asesor, el coronel Flávio Botelho Peregrino.
A finales de noviembre, la PF recomendó acusar al expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022), de 69 años, y a varios de sus colaboradores por una supuesta tentativa de golpe de Estado para evitar la toma de posesión de Lula.
Entre esos colaboradores se encontraba Braga Netto, un exjefe del Estado Mayor del Ejército, considerado un ferviente bolsonarista y nostálgico de la última dictadura brasileña.
En ese momento, Braga Netto declaró en la red social X que «nunca se habló de un golpe de Estado y mucho menos de un plan para asesinar a nadie».
Arrestan a un exministro de Bolsonaro
Moraes destacó la existencia de «fuertes indicios y pruebas sustanciales» que sugieren que Braga Netto participó en la «planificación y financiamiento de un golpe de Estado (…) que, según la perspectiva de los investigados, incluía el posible asesinato» de Lula y Alckmin.
Se alega que el general proporcionó a otros implicados dinero en efectivo que había sido guardado «en una bolsa de vino» para llevar a cabo la «operación».
Las indagaciones revelan que el juez Moraes, quien lidera varios casos contra Bolsonaro y su círculo cercano, también fue objeto de acciones de vigilancia y planes para su secuestro y asesinato.
Como alto mando de las fuerzas armadas brasileñas, Braga Netto habría tenido una «participación activa» en un intento de presionar a los comandantes militares «para que se unieran al intento de golpe».
Posteriormente, se habría esforzado por obtener información bajo secreto judicial sobre la investigación y por influir en que la «participación de los investigados no fuera revelada en su totalidad», según el juez.
La defensa de Braga Netto emitió un comunicado en el que afirma que podrá «demostrar que no hubo ninguna obstrucción a las investigaciones».
«¿Cómo es posible que alguien sea detenido por obstruir investigaciones que ya han concluido?», cuestionó Bolsonaro en X.
La Policía Federal recomendó a la Fiscalía General que se acusara al expresidente y a otros 36 implicados por «los crímenes de abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado y organización criminal».
Braga Netto ya había sido objeto de una operación policial en febrero en el marco de esta misma investigación, aunque en esa ocasión no fue detenido.
Bolsonaro es acusado de tener «plena conciencia y participación activa» en el presunto intento de golpe de Estado frustrado, según la Policía Federal (PF).
El líder ultraderechista también habría tenido «pleno conocimiento» de un supuesto plan para asesinar a Lula, Alckmin y Moraes.
Este plan, denominado «Puñal Verde y Amarillo», se habría discutido en la residencia de Braga Netto. Según los investigadores, fue impreso en el Palacio de Planalto, sede del gobierno brasileño.
Entre las evidencias recopiladas por la PF se encuentra un manuscrito con anotaciones sobre el plan golpista, hallado en la sede del Partido Liberal de Bolsonaro, en posesión de un asesor de Braga Netto.
Bajo el título «Operación 142», el documento menciona opciones como «interrupción del proceso de transición», «anulación de las elecciones» y «prorrogación de los mandatos».
A pesar de que el golpe de Estado no se materializó, el 8 de enero de 2023, pocos días después de la toma de posesión de Lula, miles de seguidores de Bolsonaro asaltaron y vandalizaron las sedes de la Presidencia, la Corte Suprema y el Congreso en Brasilia.
Bolsonaro también está siendo investigado para determinar si incitó esos disturbios.
Braga Netto se unió al gobierno de Bolsonaro en febrero de 2020 como ministro de la Casa Civil, siendo su mano derecha.
En marzo de 2021, tras ser nombrado ministro de Defensa, generó un gran escándalo al afirmar que el golpe militar de 1964, que instauró una dictadura de 21 años, debía ser «celebrado» como un «movimiento» que había permitido «pacificar» el país.
Con información: El Carabobeño
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